
No entendía muy bien de que iba todo aquello, pero a esas alturas de la noche y con el alcohol que tenía encima ya no me importaban muchas cosas y la vergüenza daba paso a la curiosidad, así que me dejé llevar...
Bajamos las escaleras de la mano, como dos buenas amigas que éramos, nos plantamos en medio de la improvisada pista de baile y muy abrazadas comenzamos a bailar juntas al ritmo de una canción lenta. Todo el mundo nos observaba y aunque conocían las locuras de Teresa (incluída yo), no sabían hasta donde podíamos llegar...
Nuestros pechos se juntaban en aquel baile, pero no en un simple roce, sino directamente chocando entre sí a modo de lucha. Sus brazos recorrían mi espalda y las mías hacían lo propio en la suya. Nuestras cabezas estaban pegadas pero solo se separaron cuando ella me miró fijamente a los ojos, me sonrió y me plantó un beso en los labios. Yo en un principio me separé, pero ella me recordó nuestro plan. Un aplauso de los demás invitados aprobó el show.
- Sígueme amiga, es solo un juego...
Teresa seguía contoneándose y nuestras piernas se entrelazaban a cada paso, sus manos en instantes bajaban por espalda a mi trasero para sobarlo con ganas y apretarlo para pegarme aún más a ella. Yo miraba de reojo a Carlos que no sabía muy bien para donde iba todo aquello, su cara era de incredulidad pero al mismo tiempo nos miraba excitado, yo se lo notaba.
Teresa volvió a besarme, pero esta vez más entregada a mi papel en el juego, se lo devolví. Luego ya no fue un ligero beso, fueron nuestros labios los que empezaron a jugar en medio de las miradas de todos, que por entonces habían incluso dejado de bailar, tan solo para mirar. Unos reían, otros hacían como que se escandalizaban y algunos estaban realmente calientes, no había más que verlos...
Aquella situación no me incomodaba, todo lo contrario, me sentía muy a gusto, en parte por lo medio borrachilla que ya estaba, en parte por eso de poner caliente al entorno y en parte, aunque ésta no acababa de asimilar, porque Teresa me gustaba mucho, tanto que en ese momento la deseaba.
Ella sabía hasta donde podía llegar y hasta donde podía llevarme a mi, sin duda manejaba la situación a su antojo y llegó a ponerme tan caliente que no me hubiera importado nada desnudarme en medio del salón, sin embargo, después de darnos unos buenos tanteos, juntando nuestras lenguas, sobando nuestros pechos y acariciando nuestros traseros, dimos por finalizada la erótica sesión cuando hubo acabado la canción.
Después de la fiesta todavía andaba yo caliente y al llegar a casa le hice a mi maridito una sesión especial en la que disfrutamos muchísimo, hicimos el amor como pocas veces...volviendo a nuestras primeras fantasías, con Teresa en nuestra cama, siendo motivo para que ambos, nos corriéramos intensamente, gozando de su cuerpo imaginario, a nuestro antojo. A diferencia de las fantasías, ahora tan lejanas, disfruté de mi imaginación como nunca, teniendo fresca en la memoria las caricias tan recientes de Teresa. Sentía, a pesar de todo, que algo estaba inconcluso y que en algún momento, estaría de nuevo con mi amiga…
Bajamos las escaleras de la mano, como dos buenas amigas que éramos, nos plantamos en medio de la improvisada pista de baile y muy abrazadas comenzamos a bailar juntas al ritmo de una canción lenta. Todo el mundo nos observaba y aunque conocían las locuras de Teresa (incluída yo), no sabían hasta donde podíamos llegar...
Nuestros pechos se juntaban en aquel baile, pero no en un simple roce, sino directamente chocando entre sí a modo de lucha. Sus brazos recorrían mi espalda y las mías hacían lo propio en la suya. Nuestras cabezas estaban pegadas pero solo se separaron cuando ella me miró fijamente a los ojos, me sonrió y me plantó un beso en los labios. Yo en un principio me separé, pero ella me recordó nuestro plan. Un aplauso de los demás invitados aprobó el show.
- Sígueme amiga, es solo un juego...
Teresa seguía contoneándose y nuestras piernas se entrelazaban a cada paso, sus manos en instantes bajaban por espalda a mi trasero para sobarlo con ganas y apretarlo para pegarme aún más a ella. Yo miraba de reojo a Carlos que no sabía muy bien para donde iba todo aquello, su cara era de incredulidad pero al mismo tiempo nos miraba excitado, yo se lo notaba.
Teresa volvió a besarme, pero esta vez más entregada a mi papel en el juego, se lo devolví. Luego ya no fue un ligero beso, fueron nuestros labios los que empezaron a jugar en medio de las miradas de todos, que por entonces habían incluso dejado de bailar, tan solo para mirar. Unos reían, otros hacían como que se escandalizaban y algunos estaban realmente calientes, no había más que verlos...
Aquella situación no me incomodaba, todo lo contrario, me sentía muy a gusto, en parte por lo medio borrachilla que ya estaba, en parte por eso de poner caliente al entorno y en parte, aunque ésta no acababa de asimilar, porque Teresa me gustaba mucho, tanto que en ese momento la deseaba.
Ella sabía hasta donde podía llegar y hasta donde podía llevarme a mi, sin duda manejaba la situación a su antojo y llegó a ponerme tan caliente que no me hubiera importado nada desnudarme en medio del salón, sin embargo, después de darnos unos buenos tanteos, juntando nuestras lenguas, sobando nuestros pechos y acariciando nuestros traseros, dimos por finalizada la erótica sesión cuando hubo acabado la canción.
Después de la fiesta todavía andaba yo caliente y al llegar a casa le hice a mi maridito una sesión especial en la que disfrutamos muchísimo, hicimos el amor como pocas veces...volviendo a nuestras primeras fantasías, con Teresa en nuestra cama, siendo motivo para que ambos, nos corriéramos intensamente, gozando de su cuerpo imaginario, a nuestro antojo. A diferencia de las fantasías, ahora tan lejanas, disfruté de mi imaginación como nunca, teniendo fresca en la memoria las caricias tan recientes de Teresa. Sentía, a pesar de todo, que algo estaba inconcluso y que en algún momento, estaría de nuevo con mi amiga…
2 comentarios:
Me lo estoy imaginando con una amiga que tengo y justo es rubia...
te parece conocida la situación?
chau.........
Abrá puro que intentarlo otra vez ...
no te parece?
Buena idea,,,quiero ver como termina la historia de las dos amigas....
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