
Angélica abrió sus preciosos ojos azules y vio al hombre inclinado sobre ella, hablándole. De pronto reaccionó al tomar noción de lo que había ocurrido y al verse tendida sobre el césped cálido de su casa, desprovista de toda prenda enfrente de Camilo, intentó levantarse y huir. Pero Camilo la retuvo hablándole con lentitud, calmándola. Se alzó en el salvador, en el que hizo escapar al tipo que quiso aprovecharse de ella.
-Por suerte pasaba cerca y sentí tus gritos, niña y llegué justo a tiempo para evitar que ese delincuente te violara. Era un cobarde y arrancó de inmediato, así que parece que aún conservas tu virginidad ¿no es así? Le dijo un libidinoso Camilo, buscando un diálogo más íntimo y propicio para lograr el provecho que le animaba interiormente.
Angélica no alcanzaba a comprender por completo la situación, pero ese muchachón le inspiraba confianza y tranquilidad.
-Si señor, repuso ella, con preocupación en su voz.
-Aún soy virgen…. Pero estoy toda sucia, quizás qué cosas hizo conmigo ese hombre…no puedo tranquilizarme todavía…. Ayúdeme a levantarme, por favor, debo vestirme….
-No te preocupes niña, no te sientas mal por estar así, descansa un poco más…
Camilo decía esto y por dentro su mente hervía con la presencia de la joven, espléndida en su juvenil desnudez, a pesar de estar despeinada y llorosa. No podía disimular sus miradas al cuerpo de Angélica, que lo exaltaba con sus curvas magníficas de las caderas, la redondez perfecta de sus pechos coronados por esas deliciosas fresas como rubíes, en fin era su cuerpo completo el que le afiebraba.
-Si solo con mirarte se nota que eres virgen, niña hermosa…. Exclamó Camilo, sorprendido por revelar en voz alta su pensamiento.
-¿Cómo que se nota? Preguntó Angélica un tanto asustada.
-Las muchachas vírgenes, o sea que no han tenido relaciones con un hombre, tienen un sello especial que percibimos todos y mientras una mujer lleve ese sello o esa marca, que es como algo hormonal, dicen que está relacionado con las feromonas, cualquier hombre se sentirá incitado a pretender robar ese atributo, o sea tu virginidad. Repuso Camilo, agregando una sarta de otras ideas disparatadas pero que sonaban bien.
-¿Quieres decir que por eso me atacó ese hombre? ¿Y que después, en cualquier momento me puede volver a pasar?, preguntó Angélica, con ingenuidad deliciosa.
-Si mi niña, exclamó Camilo con un dejo de tristeza tan profunda que impresionaba, pero no me gustaría verte agredida por un rufián, tal vez yo no esté otra vez para defenderte... agregó ladinamente y esperó la respuesta que calculaba vendría:
-No, no, no quiero que me vuelva a ocurrir, no quiero que se note mi virginidad…!quiero que se me borre esa marca de tentación…¡
-Sólo hay una forma, mi niña, y por no verte sufrir estoy dispuesto a quitarte ese sello y que no te vuelvan a atacar los hombres, ¿estás de acuerdo?
-Siii, dijo Angélica, resuelta a no pasar por ese amargo trance otra vez.
-Pues bien, deberás hacer lo que yo te diga, niña y al final te verás recompensada, pues no volverás a sufrir cosas desagradables.
Angélica asintió y Camilo le dijo que se levantara del suelo. La joven obedeció y luego el hombre le indicó el paso siguiente, con lo que Angélica comenzó sin titubeos a desnudarlo. Pronto Camilo estaba completamente libre frente a Angélica, que miraba con inquietud el largo y enhiesto miembro del hombre, sin acertar a comprender lo que ocurriría enseguida.
Por su parte Camilo ya no aguantaba mas pero estaba decidido a sacar el provecho máximo a la situación, de manera que junto con atraer a la joven hacia su cuerpo y besarla en los pechos con sabiduría, acarició con suavidad la estupenda y esbelta figura de sus muslos para ir luego con sus manos, aliviando la tensión que advertía en la carne joven de Angélica.
La niña sentía los labios candentes del hombre recorriendo sus pechos y miraba hacia el cielo dudando. Pero cuando los dedos de Camilo viajaron por sus muslos hacia sus nalgas, abriendo con lentitud extrema esos surcos inexplorados penetrando en lugares nunca abiertos, sintió que un río de sensaciones nuevas corría por su piel juvenil, y que sus cremosos pechos se agitaban a cada rato mas, entre beso y beso de Camilo. Sentía que sus fresas se erguían entre los dientes del hombre, se dejaba llevar por los movimientos de las manos rudas pero delicadas que la envolvían en un mar de caricias con sus dedos ágiles, mientras como un acerado estoque, el pene de Camilo jugueteaba entre sus muslos, intentando alcanzar su preciado rincón púbico. Una especie de instinto la guiaba ahora y le hacía entreabrir sus piernas, enlazando una en los muslos de Camilo, de tal manera que en un instante de sublime puntería, los cuerpos de ambos jóvenes fueron unidos, la verga se hundió victoriosa y húmeda entre los pliegues virginales de Angélica. Ella sintió la arremetida firme pero lenta en su entrada, centímetro a centímetro algo nuevo la invadía, hasta lo mas profundo y nuevo de su cuerpo. Se debatió entre los brazos de Camilo, en un arranque de desesperación desconocida, mezcla gozosa de dolor y placer, pero no podía ya escapar.
Sintió que su sexo se ensanchaba al máximo para dar paso al miembro vibrante de Camilo, que se adueñaba con inmoderados ímpetus del pequeño orificio. Se sentía clavada hasta lo más profundo de su intimidad. Había receptado completamente al hombre en su magnitud descomunal y estaba prácticamente colgando, como si estuviera a horcajadas en una barra, cogida de su parte más deliciosa...
(Continuará...)
5 comentarios:
Gracias por tu visita.... Muy audaz tu comentario...
He explorado tu lugar y me ha gustado...
Con tu permiso...un beso...
ummm, besos con permiso?, adelante , jejeje. Gracias por tu comentario
Para mi esto es igual a una violaciòn,no le encuentro nada sensual ni eròtico puesto que esto fuè un engaño para Angèlica; donde està el placer?
En realidad esperaba no saber tanto de tu personalidad audaz,,,,por lo que uno escribe se define a la persona!!!!!
a post anónimo: no te apresures a juzgar... la historia aún no termina. Sabremos pronto donde está el placer. Y no seas tan rotundo(a) en tus juicios, sobre todo si de fantasias se trata.
no comparto la opinión anónima, pues en toda seducción no hay un engaño de por medio? lo importante es adonde lleve esa seducción...
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