
Este relato, es una fantasía delirante de Elsa Margarita, que tuve la gran suerte de escuchar de primera fuente, entre gemidos y suspiros virtuales de ambos…. Si prefieres leerla en su sitio original, haz click aquí:
Vino Erótico (Qué noche de Elsa...)
Siento frío. Una ligera brisa fresca me llega desde una ventana. La semioscuridad de la habitación, me es desconocida. A medida que mis ojos se acostumbran a la penumbra, advierto que es todo extraño. Estoy en una casa, que no conozco, pero no me da miedo.
Cuando me miro, estoy tendida en una cama, me veo vestida sólo con un baby doll, y descalza. Me levanto, con curiosidad, tratando de recordar. Al parecer estoy en el segundo piso, porque solo veo puertas, abro algunas pero no hay nadie ni nada. Solo sé que es de noche.
Llego a las escaleras y al mirar hacia abajo, veo que pasa una pareja. Tomados de las manos, él desnudo por completo y ella solo con una tanga.
No me han visto ni sentido. La intriga me acucia, pero a pesar de que no reconozco el lugar ni las personas, no me da temor.
Luego después de un meneo de cabeza, creo recordar algo:
-Claro, pero si estoy en la casa de una persona del trabajo. De pronto se me aclara el panorama. Había viajado a esta ciudad, cerca de la costa, a una reunión de sucursales de la empresa en que trabajo. Y recuerdo que al hacer contacto telefónico con uno de los gerentes de esta sucursal, Camilo, me ofreció hospedarme en su casa. Justamente ésta en que estaba. Recuerdo que me presentó a su esposa, Susana, mucho mas joven que el y algo mas que yo… Que luego cenamos y tomamos vino, recuerdo que me entusiasmé un poco con el grato ambiente, a lo que el buen vino contribuyó, y me sentí algo mareada…
-Claro, eso fue, pensé, ya disipadas las dudas…eso fue y me retiré a la recamara que me habían asignado. Lo borroso del recuerdo aumentaba a partir de ahí, pues a pesar de mi esfuerzo, no pude saber como llegué a quedar en baby doll. Eso no lo recuerdo…
Decido bajar las escaleras y al llegar al descanso puedo ver la sala. Camilo está en un sillón, de espaldas a las escaleras, así que no me ve. Un paso más y advierto apenas la presencia de su esposa, adivino que está con la cabeza entre las piernas de él, y tan sumida en su labor oral que no percibe mi presencia.
En ese momento mi respiración se acelera, siento algo de ardor, no sé si bajar o volver a mi cuarto. No se por qué me quedo quieta en el descanso mirando. Algo en mi mente, me ordenaba observar, contemplar la escena tan inesperada. Estaba en esas cavilaciones, y empezando a sentir el aumento imperceptible de mi temperatura, y aguzando mis oídos para tratar de captar el suave murmullo de la boca femenina, sumida en tan deliciosa labor, cuando ella levanta la cara y me ve. Lejos de avergonzarse o molestarse, o menos aún de soltar el preciado objeto que tenía entre sus labios, me sonríe. Me pone nerviosa su sonrisa, sin saber que hacer, no se si acompañarla en su sonrisa o decirle algo: qué se puede decir en un momento así, pienso, un saludo está de mas, sin duda… y en ese momento él voltea. Se levanta del mueble y puedo ver su miembro, de una apreciable solidez y de buen tamaño. También me sonríe y saluda, dice algo que no entiendo y esta vez, por lo menos atino a alguna reacción, aunque sólo sea sonreir con nerviosismo.
Se acerca a mi, no se de qué forma, pero de repente, como si de un ser alado se tratara, pasa de estar parado cerca del sillón, a estar a menos de dos escalones de mi. Me tiende la mano. Sin poder apartar mi vista de su erección inaudita, pues si hace un rato cenábamos muy formales y ahora, estaba desnudo y blandiendo su baluarte ante mí…. Desciendo guiado por él.
Me siento en el sillón donde antes el estaba, pero de repente no los veo mas, es como si desaparecieran. Luego vuelven a aparecer, besándose y con una botella de vino en la mano y unas copas…, ella continúa vestida apenas con su tanga, él desnudo y con su miembro parado y yo con mi baby doll. Me dan una copa, la acepto casi como hipnotizada y bebo de ella, sin pensar que por hacer lo mismo me encontraba allí, semidesnuda y frente a tan liberal pareja… Al terminar mi copa, ellos ya están besándose y acariciándose de pie frente a mí, tan cerca de mí, como si no existiera. Susana tiene una de sus manos en el miembro de él y la otra en su cuello, mientras Camilo, su marido, tiene ambas manos acariciándole sus nalgas con suavidad, las aprieta y las separa. Tímidamente se levanta mi mano derecha, como si se guiara sola, y acaricio la cadera de él, es firme y dura, siento la piel tibia. Sin dejar de besarse, se acercan más a mí, están casi pegados a mis rodillas. Camilo toma mi mano y la mete sin más, con atrevimiento, entre sus piernas para que yo lo toque. Mis dedos se posan en sus testículos, mis ojos se cierran, se los aprieto, con suavidad pero con firmeza…en eso siento como otra mano roza mis dedos…inmediatamente saco mi mano y volteo hacia arriba. Es Susana, que una vez más me sonríe, con la misma sonrisa que me regaló cuando estuve en la escalera…
Vuelvo a meter la mano y sigo acariciando sus huevos, ahora cuando Susana me vuelve a rozar con sus dedos no hago nada por retirarme. Ella aferra también el miembro de Camilo, compartiéndolo conmigo, se arrodilla frente a él y empieza a besarlo. Sus labios primero, le recorren con mucha delicadeza, luego es su lengua la que prosigue la tarea, que a juzgar por los gemidos de Camilo, es perfecta.
Saco mi mano, que oprimía la blandura de sus huevos, y la paso adelante, de manera que mientras Susana se la lame y chupa, yo le masturbo pausadamente.
Siento la saliva que ella deja por todo su tronco, se siente caliente y viscosa. Mi otra mano está en mi entrepierna, frotando mi rajita sobre la tanga.
Muchas veces ella pasa su lengua, abandona la carne rígida de la verga y lame mis dedos, y cada vez que lo hace me mira y sonríe… Cuando por fin le devuelvo la sonrisa, ella toma mi mano y chupa mis dedos, uno a uno…
Yo no digo nada, me quedo quieta, disfrutando una sensación extraña, pero muy gratificante…
El momento de paréntesis, es aprovechado por Camilo, que gira y deja su verga cerca, muy cerca de mi cara… No dudo ni un segundo y la tomo directamente con mi boca, sin intervención de mis manos ni nada. Recojo el trozo cimbreante, como un ave atrapando su presa al vuelo... y empiezo a lamer. Susana sigue con mi mano, lamiendo y chupando mis dedos. Mientras ya he movido mi tanguita y con una mano libre ahora me acaricio directamente.
Camilo me toma por el cabello y me empuja más contra su miembro. Ella ha pasado de mi mano a mi brazo, siento como va subiendo su lengua, deslizándose como una hoja de cuchillo caliente sobre mi piel. Cuando está por llegar a mi cuello, me siento vencida por sus labios, tengo la intención de besarla, dejar la verga que me copa mi boca, siento que mis pudores me abandonan por completo, la deseo….pero en eso se aleja y se sienta en otro mueble, frente a nosotros. Se quita su tanga y puedo verla por completo; empieza a acariciarse. Se moja sus dedos y los mete de golpe en su sexo, lanza un quejido y su cara muestra algo de dolor… pero continúa, en su placer por ahora solitario, así como yo, sigo mamando la grandiosa mole que me inunda la garganta…
En eso, él se aleja sin más y me deja con la boca abierta y vacía, va y se pone de rodillas entre las piernas de ella, empieza a lamerla con pasión. Ella grita y con sus manos hunde más la cara de él entre sus piernas. Yo solo miro, ella me hace una señal de que me acerque y voy hacia ellos, dispuesta a recuperar algo de lo perdido. Me pide que me quite la ropa y la obedezco con prisa. El baby doll resbala instantáneamente y quedo completamente desnuda. Me pide que separe las piernas y cuando lo hago, ella se incorpora y desliza sus dedos sobre mi rajita. Un estremecimiento me recorre hasta lo mas profundo de mi vagina…. El sigue entre las piernas de ella, pero ahora con mayor dificultad ya que Susana ha cambiado su postura para poder alcanzarme.
Siento como tres de sus dedos, acarician mis labios íntimos, el de en medio siempre resbala y va un poco más allá, el placer se apodera de mí…
Camilo se levanta de su posición y se coloca tras de mi. Empieza a lamer mis nalgas, y tal como le hacia a ella con sus manos un rato antes, las aprieta y separa…., siento como su lengua se desliza por todo mi canal…, hasta llegar al sitio cerrado. Esa lengua caliente y tiesa me hace delirar. Es primera vez que siento una lengua en mi puerta trasera. Ella mientras tanto mete su dedo medio completamente en mi sexo… Deliro, gozo y cuando estoy disfrutando tanto, se vuelven a separar. Camilo se recuesta en el suelo y ella lo monta. Se enfunda su verga sin demora, hasta el fondo. Me acerco y me tiendo entre las piernas de él. Veo cual privilegiada espectadora en platea preferencial, como sale y entra su miembro del sexo de Susana. La imagen es sensacional. Siento solamente cosas deliciosas. No contengo las ganas y me acerco aun más, lamo sus huevos, y a instantes recorro cada centímetro que queda libre, al entrar y salir, bebiendo los jugos. En eso ella se mueve un poco mas de la cuenta y el miembro se sale. Lo tomo en mi boca, una vez más al vuelo, y lo mamo un poco, luego ayudo para volverlo a introducir en ella. Y así empieza un juego perverso, que trastorna a Camilo, lo hace gemir como condenado. Después de dos o tres metidas, ella lo deja salir, para que yo lo mame y así alternamos, mi boca y su sexo, compartiendo la lujuria del momento.
Ella empieza a gritar y a moverse mas rápido, yo me meto dos de mis dedos y también acelero. La locura se apodera de los tres, unos segundos después ambas gritamos casi a la vez, derramándonos en un orgasmo exquisito. Casi al momento, se nos une Camilo, la verga sale de Susana, y explota arrojando leche por todas partes. Ambas nos abrazamos y recibimos la lluvia de crema en nuestros pechos, riendo alegremente. La noche sin duda no sería la misma….
Fin
Siento frío. Una ligera brisa fresca me llega desde una ventana. La semioscuridad de la habitación, me es desconocida. A medida que mis ojos se acostumbran a la penumbra, advierto que es todo extraño. Estoy en una casa, que no conozco, pero no me da miedo.
Cuando me miro, estoy tendida en una cama, me veo vestida sólo con un baby doll, y descalza. Me levanto, con curiosidad, tratando de recordar. Al parecer estoy en el segundo piso, porque solo veo puertas, abro algunas pero no hay nadie ni nada. Solo sé que es de noche.
Llego a las escaleras y al mirar hacia abajo, veo que pasa una pareja. Tomados de las manos, él desnudo por completo y ella solo con una tanga.
No me han visto ni sentido. La intriga me acucia, pero a pesar de que no reconozco el lugar ni las personas, no me da temor.
Luego después de un meneo de cabeza, creo recordar algo:
-Claro, pero si estoy en la casa de una persona del trabajo. De pronto se me aclara el panorama. Había viajado a esta ciudad, cerca de la costa, a una reunión de sucursales de la empresa en que trabajo. Y recuerdo que al hacer contacto telefónico con uno de los gerentes de esta sucursal, Camilo, me ofreció hospedarme en su casa. Justamente ésta en que estaba. Recuerdo que me presentó a su esposa, Susana, mucho mas joven que el y algo mas que yo… Que luego cenamos y tomamos vino, recuerdo que me entusiasmé un poco con el grato ambiente, a lo que el buen vino contribuyó, y me sentí algo mareada…
-Claro, eso fue, pensé, ya disipadas las dudas…eso fue y me retiré a la recamara que me habían asignado. Lo borroso del recuerdo aumentaba a partir de ahí, pues a pesar de mi esfuerzo, no pude saber como llegué a quedar en baby doll. Eso no lo recuerdo…
Decido bajar las escaleras y al llegar al descanso puedo ver la sala. Camilo está en un sillón, de espaldas a las escaleras, así que no me ve. Un paso más y advierto apenas la presencia de su esposa, adivino que está con la cabeza entre las piernas de él, y tan sumida en su labor oral que no percibe mi presencia.
En ese momento mi respiración se acelera, siento algo de ardor, no sé si bajar o volver a mi cuarto. No se por qué me quedo quieta en el descanso mirando. Algo en mi mente, me ordenaba observar, contemplar la escena tan inesperada. Estaba en esas cavilaciones, y empezando a sentir el aumento imperceptible de mi temperatura, y aguzando mis oídos para tratar de captar el suave murmullo de la boca femenina, sumida en tan deliciosa labor, cuando ella levanta la cara y me ve. Lejos de avergonzarse o molestarse, o menos aún de soltar el preciado objeto que tenía entre sus labios, me sonríe. Me pone nerviosa su sonrisa, sin saber que hacer, no se si acompañarla en su sonrisa o decirle algo: qué se puede decir en un momento así, pienso, un saludo está de mas, sin duda… y en ese momento él voltea. Se levanta del mueble y puedo ver su miembro, de una apreciable solidez y de buen tamaño. También me sonríe y saluda, dice algo que no entiendo y esta vez, por lo menos atino a alguna reacción, aunque sólo sea sonreir con nerviosismo.
Se acerca a mi, no se de qué forma, pero de repente, como si de un ser alado se tratara, pasa de estar parado cerca del sillón, a estar a menos de dos escalones de mi. Me tiende la mano. Sin poder apartar mi vista de su erección inaudita, pues si hace un rato cenábamos muy formales y ahora, estaba desnudo y blandiendo su baluarte ante mí…. Desciendo guiado por él.
Me siento en el sillón donde antes el estaba, pero de repente no los veo mas, es como si desaparecieran. Luego vuelven a aparecer, besándose y con una botella de vino en la mano y unas copas…, ella continúa vestida apenas con su tanga, él desnudo y con su miembro parado y yo con mi baby doll. Me dan una copa, la acepto casi como hipnotizada y bebo de ella, sin pensar que por hacer lo mismo me encontraba allí, semidesnuda y frente a tan liberal pareja… Al terminar mi copa, ellos ya están besándose y acariciándose de pie frente a mí, tan cerca de mí, como si no existiera. Susana tiene una de sus manos en el miembro de él y la otra en su cuello, mientras Camilo, su marido, tiene ambas manos acariciándole sus nalgas con suavidad, las aprieta y las separa. Tímidamente se levanta mi mano derecha, como si se guiara sola, y acaricio la cadera de él, es firme y dura, siento la piel tibia. Sin dejar de besarse, se acercan más a mí, están casi pegados a mis rodillas. Camilo toma mi mano y la mete sin más, con atrevimiento, entre sus piernas para que yo lo toque. Mis dedos se posan en sus testículos, mis ojos se cierran, se los aprieto, con suavidad pero con firmeza…en eso siento como otra mano roza mis dedos…inmediatamente saco mi mano y volteo hacia arriba. Es Susana, que una vez más me sonríe, con la misma sonrisa que me regaló cuando estuve en la escalera…
Vuelvo a meter la mano y sigo acariciando sus huevos, ahora cuando Susana me vuelve a rozar con sus dedos no hago nada por retirarme. Ella aferra también el miembro de Camilo, compartiéndolo conmigo, se arrodilla frente a él y empieza a besarlo. Sus labios primero, le recorren con mucha delicadeza, luego es su lengua la que prosigue la tarea, que a juzgar por los gemidos de Camilo, es perfecta.
Saco mi mano, que oprimía la blandura de sus huevos, y la paso adelante, de manera que mientras Susana se la lame y chupa, yo le masturbo pausadamente.
Siento la saliva que ella deja por todo su tronco, se siente caliente y viscosa. Mi otra mano está en mi entrepierna, frotando mi rajita sobre la tanga.
Muchas veces ella pasa su lengua, abandona la carne rígida de la verga y lame mis dedos, y cada vez que lo hace me mira y sonríe… Cuando por fin le devuelvo la sonrisa, ella toma mi mano y chupa mis dedos, uno a uno…
Yo no digo nada, me quedo quieta, disfrutando una sensación extraña, pero muy gratificante…
El momento de paréntesis, es aprovechado por Camilo, que gira y deja su verga cerca, muy cerca de mi cara… No dudo ni un segundo y la tomo directamente con mi boca, sin intervención de mis manos ni nada. Recojo el trozo cimbreante, como un ave atrapando su presa al vuelo... y empiezo a lamer. Susana sigue con mi mano, lamiendo y chupando mis dedos. Mientras ya he movido mi tanguita y con una mano libre ahora me acaricio directamente.
Camilo me toma por el cabello y me empuja más contra su miembro. Ella ha pasado de mi mano a mi brazo, siento como va subiendo su lengua, deslizándose como una hoja de cuchillo caliente sobre mi piel. Cuando está por llegar a mi cuello, me siento vencida por sus labios, tengo la intención de besarla, dejar la verga que me copa mi boca, siento que mis pudores me abandonan por completo, la deseo….pero en eso se aleja y se sienta en otro mueble, frente a nosotros. Se quita su tanga y puedo verla por completo; empieza a acariciarse. Se moja sus dedos y los mete de golpe en su sexo, lanza un quejido y su cara muestra algo de dolor… pero continúa, en su placer por ahora solitario, así como yo, sigo mamando la grandiosa mole que me inunda la garganta…
En eso, él se aleja sin más y me deja con la boca abierta y vacía, va y se pone de rodillas entre las piernas de ella, empieza a lamerla con pasión. Ella grita y con sus manos hunde más la cara de él entre sus piernas. Yo solo miro, ella me hace una señal de que me acerque y voy hacia ellos, dispuesta a recuperar algo de lo perdido. Me pide que me quite la ropa y la obedezco con prisa. El baby doll resbala instantáneamente y quedo completamente desnuda. Me pide que separe las piernas y cuando lo hago, ella se incorpora y desliza sus dedos sobre mi rajita. Un estremecimiento me recorre hasta lo mas profundo de mi vagina…. El sigue entre las piernas de ella, pero ahora con mayor dificultad ya que Susana ha cambiado su postura para poder alcanzarme.
Siento como tres de sus dedos, acarician mis labios íntimos, el de en medio siempre resbala y va un poco más allá, el placer se apodera de mí…
Camilo se levanta de su posición y se coloca tras de mi. Empieza a lamer mis nalgas, y tal como le hacia a ella con sus manos un rato antes, las aprieta y separa…., siento como su lengua se desliza por todo mi canal…, hasta llegar al sitio cerrado. Esa lengua caliente y tiesa me hace delirar. Es primera vez que siento una lengua en mi puerta trasera. Ella mientras tanto mete su dedo medio completamente en mi sexo… Deliro, gozo y cuando estoy disfrutando tanto, se vuelven a separar. Camilo se recuesta en el suelo y ella lo monta. Se enfunda su verga sin demora, hasta el fondo. Me acerco y me tiendo entre las piernas de él. Veo cual privilegiada espectadora en platea preferencial, como sale y entra su miembro del sexo de Susana. La imagen es sensacional. Siento solamente cosas deliciosas. No contengo las ganas y me acerco aun más, lamo sus huevos, y a instantes recorro cada centímetro que queda libre, al entrar y salir, bebiendo los jugos. En eso ella se mueve un poco mas de la cuenta y el miembro se sale. Lo tomo en mi boca, una vez más al vuelo, y lo mamo un poco, luego ayudo para volverlo a introducir en ella. Y así empieza un juego perverso, que trastorna a Camilo, lo hace gemir como condenado. Después de dos o tres metidas, ella lo deja salir, para que yo lo mame y así alternamos, mi boca y su sexo, compartiendo la lujuria del momento.
Ella empieza a gritar y a moverse mas rápido, yo me meto dos de mis dedos y también acelero. La locura se apodera de los tres, unos segundos después ambas gritamos casi a la vez, derramándonos en un orgasmo exquisito. Casi al momento, se nos une Camilo, la verga sale de Susana, y explota arrojando leche por todas partes. Ambas nos abrazamos y recibimos la lluvia de crema en nuestros pechos, riendo alegremente. La noche sin duda no sería la misma….
Fin
2 comentarios:
me gusto mucho este relato bien.
besillos corazon gracias por compartirnoslo
de donde eres me encanta tu blog
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