
Ya en el restaurante mientras comíamos platicamos de varias cosas y entre ellas de los gustos de cada cual y cuando mencionó que le atraían las mujeres jóvenes que usan lencería pequeñita y provocativa, además que le cautivaban las chicas que se depilaban el vello púbico, sin meditarlo, cometí la imprudencia de decirle que yo siempre usaba ese tipo de lencería y le describí algunas prendas que uso, diciéndole también que acostumbraba usar liguero y medias cuando no me ponía minifalda, así mismo le dije que también me encantaba depilarme esa zona de la pelvis. Entonces él se interesó mucho en eso y en son de broma pero con mucha malicia, me dijo que le gustaría verme con esa lencería y admirar mi monte de Venus desprovisto de vello, y que podía ayudarme a depilar mi entrepiernas, creando un decorativo marco a mi monte de Venus; yo le seguí la broma en el mismo tono diciéndole que un día de estos se lo permitiría. Terminamos de comer y aun cuando insistía en llevarme a casa, yo le dije que solo me acompañara a tomar un taxi. Cuando éste llegó, se despidió sorpresivamente de mí, dándome un beso en la boca que correspondí tímidamente y al abordar el auto le mostré generosamente entre mis muslos separándolos un poco mas de lo necesario.
Durante el fin de semana no dejé de pensar en la cena y en todo lo que estaba sucediendo e inconscientemente volví a tener la fantasía erótica con él, mientras mi esposo me cogía, imaginaba que era mi jefe el que estaba entre mis piernas, y lo provocaba aún más, separando mis muslos al máximo, permitiéndole recorrer mi sexo con total libertad, trataba que mi marido me recorriera con su boca, pero lo hacía con inexperiencia y algo de torpeza. El domingo por la noche me puse a pensar que ropa me pondría para ir a trabajar al día siguiente y la actitud que tomaría ante los hechos sucedidos el viernes, siempre pensando en agradar a mi jefe y porque no, provocarlo sexualmente. Ellegí un pantalón blanco que me quedaba dibujado al cuerpo, sin bolsillos por atrás ni por delante y que se ajustaba con un delgado cierre lateral, debajo de él llevaría unas diminutas pantaletas totalmente de encaje también en color blanco con la finalidad de que se me marcaran de manera clara para demostrarle el tipo de pantaletas que acostumbraba usar; en la parte superior, brassiere de media copa elaborado en encajes también en color blanco y encima una blusita corta semitransparente para que pudiera ver mi sostén. Para evitar preguntas de mi esposo me puse una casaca larga que me tapaba todo lo que yo quería enseñar, misma que me quite al llegar a la oficina.
Cuando mi jefe llegó, como de costumbre me levanté de mi escritorio para abrirle la puerta, su libidinosa mirada, como también ya era costumbre, recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, ahora con absoluto desparpajo, luego de nuestra cita del viernes. Pasaron varios minutos cuando sonó mi extensión telefónica, era él pidiéndome que pasara a su oficina, al entrar me dijo que lucía muy guapa; yo coqueta me di una vuelta completa para que pudiera verme. Me sorprendió un poco, al decirme que era verdad lo que le había dicho el viernes pasado durante la comida, refiriéndose a lo pequeñito de mi ropa intima. Sentí un poco de vergüenza, pero al mismo tiempo mi vulva empezó a palpitarme como si ahí tuviera el corazón, había logrado que se fijara en la forma y el minúsculo tamaño de mis pantaletitas y brassiere.
Se levantó del sillón y tomándome por los brazos intentó besarme en la boca, voltee la cara diciéndole que alguien nos podía ver, él insistió aclarándome que nadie podía entrar a la oficina sin que él oprimiera el botón que abre la chapa una vez activado ese sistema. Esta vez no sólo me dejé dar el beso, sino que le correspondí un tanto cohibida, pensando en que le estaba siendo infiel a mi esposo, pero la pasión era mayor que la razón, entregándome con desenfreno a los labios de mi jefe, quien mientras me besaba, pegaba su "bulto" en mi vientre y sus manos rodeaban mi cintura, yo le abrazaba por el cuello sin retirar mi pelvis de aquel "bulto" que se sentía enorme. Quise irme fingiendo una actitud púdica y di media vuelta, pero el me sujetó por la cintura estando de espaldas a él, diciéndome no sé que tantas cosas pero lo único en que podía pensar en ese momento era en el gran "bulto" que se pegaba contra mis nalgas haciendo discretas frotaciones que me volvían loca de lujuria, ya que desde que me casé solo había sentido la erecta verga de mi esposo en semejantes condiciones. Sus manos acariciaban suavemente mi abdomen y me besaba en los oídos y en las mejillas, yo estaba extasiada sintiendo su erección en mis glúteos. (Continuará ...)
Durante el fin de semana no dejé de pensar en la cena y en todo lo que estaba sucediendo e inconscientemente volví a tener la fantasía erótica con él, mientras mi esposo me cogía, imaginaba que era mi jefe el que estaba entre mis piernas, y lo provocaba aún más, separando mis muslos al máximo, permitiéndole recorrer mi sexo con total libertad, trataba que mi marido me recorriera con su boca, pero lo hacía con inexperiencia y algo de torpeza. El domingo por la noche me puse a pensar que ropa me pondría para ir a trabajar al día siguiente y la actitud que tomaría ante los hechos sucedidos el viernes, siempre pensando en agradar a mi jefe y porque no, provocarlo sexualmente. Ellegí un pantalón blanco que me quedaba dibujado al cuerpo, sin bolsillos por atrás ni por delante y que se ajustaba con un delgado cierre lateral, debajo de él llevaría unas diminutas pantaletas totalmente de encaje también en color blanco con la finalidad de que se me marcaran de manera clara para demostrarle el tipo de pantaletas que acostumbraba usar; en la parte superior, brassiere de media copa elaborado en encajes también en color blanco y encima una blusita corta semitransparente para que pudiera ver mi sostén. Para evitar preguntas de mi esposo me puse una casaca larga que me tapaba todo lo que yo quería enseñar, misma que me quite al llegar a la oficina.
Cuando mi jefe llegó, como de costumbre me levanté de mi escritorio para abrirle la puerta, su libidinosa mirada, como también ya era costumbre, recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, ahora con absoluto desparpajo, luego de nuestra cita del viernes. Pasaron varios minutos cuando sonó mi extensión telefónica, era él pidiéndome que pasara a su oficina, al entrar me dijo que lucía muy guapa; yo coqueta me di una vuelta completa para que pudiera verme. Me sorprendió un poco, al decirme que era verdad lo que le había dicho el viernes pasado durante la comida, refiriéndose a lo pequeñito de mi ropa intima. Sentí un poco de vergüenza, pero al mismo tiempo mi vulva empezó a palpitarme como si ahí tuviera el corazón, había logrado que se fijara en la forma y el minúsculo tamaño de mis pantaletitas y brassiere.
Se levantó del sillón y tomándome por los brazos intentó besarme en la boca, voltee la cara diciéndole que alguien nos podía ver, él insistió aclarándome que nadie podía entrar a la oficina sin que él oprimiera el botón que abre la chapa una vez activado ese sistema. Esta vez no sólo me dejé dar el beso, sino que le correspondí un tanto cohibida, pensando en que le estaba siendo infiel a mi esposo, pero la pasión era mayor que la razón, entregándome con desenfreno a los labios de mi jefe, quien mientras me besaba, pegaba su "bulto" en mi vientre y sus manos rodeaban mi cintura, yo le abrazaba por el cuello sin retirar mi pelvis de aquel "bulto" que se sentía enorme. Quise irme fingiendo una actitud púdica y di media vuelta, pero el me sujetó por la cintura estando de espaldas a él, diciéndome no sé que tantas cosas pero lo único en que podía pensar en ese momento era en el gran "bulto" que se pegaba contra mis nalgas haciendo discretas frotaciones que me volvían loca de lujuria, ya que desde que me casé solo había sentido la erecta verga de mi esposo en semejantes condiciones. Sus manos acariciaban suavemente mi abdomen y me besaba en los oídos y en las mejillas, yo estaba extasiada sintiendo su erección en mis glúteos. (Continuará ...)
2 comentarios:
Esta muy bueno el jefe,,,,
esta que cae,,,esta que cae, jajaja
caerá?, o caerán ambos? atentos a próximo capitulo....
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