Dándome la vuelta sobre ella, metí mi cabeza entre sus piernas. Como olía su sexo! Mi lengua empezó a saborearla de arriba abajo, primero suavemente cogiendo mas fuerza poco a poco, presionando sobre su clítoris al compás de sus jadeos. A todo esto mi mujer se había sentado en la silla y se estaba masturbando viendo el espectáculo...
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2 comentarios:
Buen cambio de plantilla... A mi me gusta.
Abrazos!
Una experiencia excitante. También me gustaría hacerla realidad. Buen blog. Sigue así
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