
Me gustan las frutas, jugosas, frescas, agridulces, aromáticas, suaves.
Deshacerlas en tu piel, que se deslicen entre tus pechos,
y beber el zumo ácido directamente de tu pezón.
Recoger las gotas de néctar en la copa de tu ombligo,
desviar un raudal hacia el embalse de tu sexo,
y allí sorber como un sediento,
anhelante de encontrar el oasis,
y delirar una vez más,
hasta embriagarme con el elixir de la pasión.
1 comentario:
Eso quedó pendiente,,,,,
quizás quien sabe ,,,en algún momento suceda....
sobre todo si son frambuesas!!!!
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